Después de quince días a base de fisio ya estaban las piernas mejor, enviamos fotos al doctor para que las viera y decidiera como seguir, nos dijo que se apreciaba mejoría y que ya podíamos volver a alargar un milímetro, que alegría volver a la "normalidad", pero que poco duró.
Quince días después teníamos revisión, el día 20 , y ya estábamos viendo que poco a poco las rodillas volvían a flexionarse, la fisio lo mejoraba pero cada vez duraba menos tiempo la mejoría. Ya fuimos todos a Barcelona con el miedo en el cuerpo, sobre todo Yarai, los papas estábamos mentalizados de que algo tendría que pasar, que habrían cambios, pero eso a mi hija no le gusta, ella ya se ha planificado mentalmente todo el proceso y cualquier cambio le causa mucho agobio, y todo el día estuvo muy mal , muy quejosa y llorona, en la clínica vimos a Cristina de Madrid y a Natalia de Vigo y también a Mari Cortes , a todas ellas las conocía pero estuvo muy distante e introvertida, pienso que también intuía que iba a pasar algo y que no le iba a gustar.
Y lo que pensábamos, el doctor Ginebreda al verla dijo que había vuelto a empeorar y de esta manera no podíamos seguir, le planteo a Yarai las dos opciones posibles, uno dar por finalizado el alargamiento quedando con los siete cm. que lleva, a lo que Yarai entre lloros se negó, o seguir, para lo cual primero habría que parar el alargamiento, después a base de fisio colocar las piernas rectas y después sacar la escayola que lleva y colocar otra hasta arriba de la rodilla.
Esperando que podamos conseguirlo ya tenemos cita para el 10 de enero, entrara en quirófano ambulatorio donde le pondrán una anestesia suave y al mismo tiempo que cambian la escayola pondrán los fijadores a cero, que de todas formas es una cosa que habría que hacer cuando se llevasen 8 o 9 cm. así que estas navidades las vamos a pasar trabajando los músculos, pero bueno es lo menos malo que nos podía pasar.
Entre tanto llega ese día